Dios contra África
...Después de todo, el señor Joseph no deja de ser humano, y, como todos los humanos, es imperfecto, limitado, egoísta. Quizá por eso no se percata de que su boca es un arma de destrucción masiva, y sus palabras, una ofensa a la ciencia, al progreso, al humanismo y a la humanidad...
...Pero no desesperemos. Estoy convencido de que, dentro de 50 ó 60 años, nuestros hijos escucharán al Papa de turno pedir perdón por la actitud de la Iglesia ante el sida en África. Y Dios les perdonará. Porque Dios lo perdona todo. Hasta el fanatismo.
Y con eso pues todos tan contentos.
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